Dulces típicos de la Cuaresma

En todo el mundo se espera ansiosamente la llegada de la Cuaresma y la Semana Santa, no solo por motivos religiosos para millones de personas, sino por el mismo hecho de poder estar con toda la familia, reunirse y compartir unos días agradables de descanso de unión y de degustar de unos exquisitos platos, típicos para la fecha. ¿Y quién no espera los tan anhelados dulces?

Durante la temporada de Cuaresma, que comienza en el Miércoles de Ceniza y culmina en el Domingo de Resurrección, muchas culturas y países tienen tradiciones culinarias únicas. Los dulces típicos de Cuaresma son una parte importante de estas tradiciones y pueden variar según la región geográfica y la religión predominante en la zona.

En general, estos dulces se caracterizan por ser ricos en calorías y azúcares, ya que históricamente la Cuaresma era un período de ayuno y abstinencia, por lo que se consumían alimentos más sustanciosos para aguantar el día a día. Además, en algunos lugares, los dulces de Cuaresma están elaborados con ingredientes específicos, como la miel o las almendras, que se consideran más apropiados para la temporada. En cualquier caso, los dulces típicos de esta época suelen ser muy apreciados y valorados por su sabor y su carácter festivo, y forman parte de las tradiciones culturales y religiosas de muchas comunidades en todo el mundo.

Si quieres aprender a preparar tus propios dulces típicos de la cuaresma, te traemos esta serie de recomendaciones de diferentes partes del mundo.

Dulce de lechosa o papaya

Este tradicional dulce Venezolano está hecho a base de papaya verde o lechosa, por como lo conocen en la zona. Es muy autóctono de la región, se elabora con el fruto verde, generalmente disecado por el sol. Luego se coloca en una olla con agua y azúcar formando un almíbar hasta caramelizar las tiras de fruta. Posteriormente, se le añade ramas de canela y clavos aromáticos para darle más sabor.

Cocadas

Este es un dulce típico de la región costera de Colombia, muy elaborado para esas fechas. Este dulce se elabora a base de coco y panela (hecha de azúcar) creando una conserva compacta dulce con sabor a coco. Últimamente esta receta ha sido modificada y se le han añadido nuevos sabores a las cocadas como el arequipe, chocolate o vainilla, entre otros.

Dulces de la Cuaresma

Buñuelos

Muchos creen que esta palabra se origina de otra llamada “Puñuelo” que son una especie de bolas romanas que se amasaba con los puños. Sin embargo pese a su origen, este dulce es muy tradicional en España. Su elaboración se basa en una masa de harina la cual se fríe en abundante aceite.

Esta receta ha sido adaptada en muchos lugares del mundo, por ejemplo Colombia. No obstante, en España es muy usual elaborar este tipo de dulces para la fecha, sobre todo en zonas como Valencia, donde comer estos dulces acompañados con café es una delicia.

Capirotada

Este es un dulce de tradición mexicana pero con raíces españolas, basándose mucho en sus ancestros, muy típico y usual para la cuaresma. Este es bastante peculiar y presenta una dosis muy alta de calorías.

Para su elaboración, inicialmente se fríe el pan, luego se baña en miel de panela, y se adorna con frutos secos como cacahuetes, nueces y uvas pasas. Posteriormente, se lleva al horno y dejamos que se gratine.

Torrijas

Otro de los postres típicos de España es la tradicional torrija, una receta con siglos de historia muy similar a la tostada francesa. Las torrijas son uno de los dulces típicos de Cuaresma más populares en España y algunos países latinoamericanos. Aunque las torrijas son consumidas durante todo el año, su origen se remonta a la Edad Media, cuando los monjes y la gente común aprovechaban el pan duro para preparar un plato energético y sabroso durante la Cuaresma, ya que se consideraba un alimento ideal para aguantar el ayuno.

Hoy en día, las torrijas son un postre muy popular en la Semana Santa y se pueden encontrar en muchos restaurantes y pastelerías en España. Además, existen muchas variedades de torrijas, algunas con miel, almíbar o rellenas de crema, lo que hace que este postre sea aún más delicioso y variado.

Consiste en una rebanada de pan empapada en leche, almíbar o vino y rebozada en huevo, que se fríe en una sartén en abundante aceite. Luego se endulza con miel, melaza o azúcar y se suele aromatizar con canela.