El brownie casero es un postre clásico que tiene su origen en Estados Unidos. Se trata de un pastelito de chocolate, el original con trocitos de nuez en su interior, que se hace al horno y se sirve en pequeñas porciones caliente acompañado de helado de vainilla o nata. Su elaboración es bastante sencilla y seguro que divertida si queréis que participen los más pequeños de la casa.
Cómo cocinar un buen brownie casero
Ingredientes:
- 200 gr de chocolate para fundir de repostería (preferiblemente negro)
- 4 huevos
- 80 gr de harina
- 150 gr de azúcar (preferiblemente azúcar morena de caña)
- 100 gr de mantequilla o margarina
- 50 gr de nueces peladas
- Azúcar glasé (opcional)
Preparación:
- En primer lugar, precalentamos el horno a 170 grados en la posición que caliente arriba y abajo.
- Por otro lado, preparamos un recipiente y vamos incorporando los ingredientes de esta forma. Primero el chocolate y la mantequilla, previamente derretidos, para que sea más fácil de mezclar.
- A continuación incorporamos los huevos (previamente batidos), la harina y el azúcar, y mezclamos todo de forma que quede homogéneo.
- Por último, las nueces y movemos para que queden bien distribuidas por todo el brownie.
- Colocamos la mezcla sobre el molde que va al horno, en el que previamente hemos cubierto de mantequilla para facilitar posteriormente el desmolde.
- Dejamos en el horno a la temperatura de 170 grados durante unos 20 minutos (aunque depende de cada horno). Para saber si está bien hecho, al pinchar sobre el brownie con un cuchillo este no tiene que salir manchado de chocolate, como si se tratase de un bizcocho.
Para servir cortamos en pequeños trozos y lo acompañamos de una bola de helado de vainilla o nata montada. Si se quiere se puede espolvorear por encima del brownie azúcar glasé, no da mucho más sabor pero si queda más decorativo.