Una de las grandes tendencias gastronómicas es el reemplazo de la harina de trigo tradicional con alternativas sin gluten de frutas y verduras. La harina de almendras, la harina de coco, incluso la harina de manzana están comenzando a comprarse cada vez más a menudo. Últimamente, más y más personas están comenzando a usar harina de plátano.
El plátano ya ha demostrado ser una super estrella en términos de gastronomía, ya que está disponible en forma de patatas fritas o incluso como base para helado vegano. Entonces, ¿por qué no usarlo en otros platos?
¿Qué es la harina de plátano?
Como su nombre lo indica, es una sustancia parecida a la harina, pero obtenida de plátanos verdes inmaduros: La forma de obtenerlos es recolectando plátanos cuando todavía están verdes, preparándolos lentamente y moliéndolos en un polvo fino.
¿Qué beneficios nutricionales tiene la harina de plátano?
Desde un punto de vista nutricional, hay varias ventajas para quienes eligen reemplazar la harina clásica:
- Contiene fibra y está llena de potasio, por lo que estos nutrientes se incluirán automáticamente en las preparaciones.
- La harina de plátano tiene un índice glucémico bajo. Se obtiene de los plátanos verdes. Solo después de la maduración los plátanos comienzan a contener una mayor cantidad de azúcar.
- Los plátanos verdes también contienen un almidón resistente, que funciona como un probiótico, alimentando las bacterias buenas en el intestino y manteniendo la salud del tracto.
- Debido a que no contiene gluten ni trazas de nueces, las personas con alergias pueden usarlo con confianza.
¿Cómo se compara con otros tipos de harina sin gluten?
La harina de almendras y la avena tienen un mayor contenido de proteínas, pero no tienen el almidón que actúa como probiótico.
Mientras que la harina de plátano tiene potasio, la harina de almendras tiene un contenido más rico de vitamina E, y la harina de trigo sarraceno y el mijo tienen más hierro.