El pan de muerto es una receta dulce muy típica del Día de Muertos en México, que se celebra principalmente los días 1 y 2 de noviembre, coincidiendo con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos.
El origen de esta receta no está claro aunque se supone que procede de la época de la conquista, siendo inspirado en los rituales prehispánicos. Durante los dos primeros días de noviembre, los mexicanos reciben a sus antepasados con festividad y ofrendas llena de alimentos.
No se trata de un pan de consumo cotidiano, ya que está asociado a la citada celebración del Día de Muertos. El pan consiste en una pequeña esfera en el centro de la parte superior que representa un cráneo y cuatro canillas que representan los huesos de las extremidades.
Cómo preparar el pan de muerto
INGREDIENTES
550 gr. harina
150 gr. azúcar
250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
1 cucharada pequeña de agua de azahar o esencia de vainilla
25 gr. levadura fresca
3 huevos
150 ml. leche entera
Ralladura de un limón
1 cucharadita de sal fina (4 gr. aprox)
ELABORACIÓN
- En primer lugar, mezclamos en un tazón la harina, el azúcar, la sal y la levadura.
- Vaciamos la mezcla en una mesa, formando una cavidad en el centro donde añadiremos los siguientes ingredientes.
- A continuación, agregamos los huevos mezclados con la esencia de azahar y la ralladura de limón y comenzamos a amasar todo.
- Conforme se va creando una masa de apariencia pegajosa, añadimos la leche poco a poco y amasamos con energía. No hay un tiempo concreto pero serán necesarios entre 15 y 20 minutos para lograr una masa homogénea.
- Sin parar de amasar, añadimos ahora la mantequilla a temperatura ambiente cortada en dados pequeños.
- Una vez tenemos la masa completamente mezclada en el tazón o bol, la dejamos fermentando en un espacio húmedo y cálido durante una hora. Es recomendable que el recipiente en el que se encuentra la masa sea suficiente grande ya que debe doblar su tamaño durante el procesión de fermentación.
- A continuación, cortamos la masa en proporciones similares a las de una pelota de tenis y la empezamos a moldear hasta que obtengamos una pieza redondeada. Colocamos la pieza sobre una placa para hornear y la golpeamos para aplanarla.
- Ahora cortamos dos trozos pequeños de masa y los moldeamos como si fueran dos pequeñas canillas de huesos. Estas piezas representan la osamenta mientras que la base es la tumba. Sitúa una sobre el pan y luego coloca la otra cruzada simulando el típico símbolo pirata.
- Para finalizar, cogemos otra pieza de masa y le damos forma de canica. Esta última simulará el cráneo y se situará en el centro.
- Una vez hayamos realizado todos los panes, los dejamos reposar nuevamente durante unos 30 minutos. Mientras tanto, precalentamos el horno durante 15 minutos.
- Como paso último, horneamos los panes a 200 grados hasta que adquieran su característico color dorado.
- Para finalizar, barnizamos los panes de muerto con mantequilla fundida y los espolvoreamos con azúcar. Este paso simboliza el homenaje de la vida sobre la muerte.