Os presentamos una forma original para comer coliflor que gustará tanto a mayores como a niños, y que es una apuesta segura para que los más pequeños coman verdura, y sobre todo esta con un sabor peculiar. Esto es, las croquetas de coliflor con jamón.
La coliflor por su color y textura hace que sea muy fácil de modelar y simular el aspecto de una croqueta original. Además la apariencia de las croquetas es igual que cualquier otra, ¡el secreto está en el interior!
Cómo preparar las croquetas de coliflor con jamón
Ingredientes:
- 1 coliflor pequeña.
- Media cebolla pequeña (opcional)
- 75 gr de jamón serrano (en taquitos ya cortados)
- Leche
- Harina (si queremos hacerlo más saludable, preferiblemente integral)
- Pan rallado
- Huevos
- Sal
- Nuez moscada (opcional)
Preparación:
- En primer lugar, tenemos que cocer la coliflor. Para ello, la troceamos y la ponemos en agua con sal a hervir, hasta que quede más o menos blanda, ya que tiene que ser fácil de moldear.
- Se escurre la coliflor y la aplastamos con un tenedor o batidora hasta hacer una masa. Si está muy caliente, la dejamos enfriar unos minutos.
- En una sartén echamos un poco de aceite y cuando esté caliente, echamos los trozos de jamón. Opcionalmente se puede hacer con un poco de cebolla. Cuando veamos que se ha dorado, o que la cebolla se ha hecho (si se considera esta opción), ponemos la masa de la coliflor y mezclamos. Rectificamos de sal y echamos la nuez moscada y removemos todo.
- Según veamos la masa, jugamos con la cantidad de harina o leche. Si está un poco líquida, echamos harina y si al mover queda muy compacta, incorporamos leche.
- Dejamos enfriar la masa unas horas hasta que podamos manipular con la mano para elaborar las croquetas.
- Para hacer las croquetas, preparamos un plato de pan rallado y otro con un huevo batido. Con una cuchara, cogemos una porción de masa de croquetas, hacemos la forma, rebozamos en huevo y luego en el pan rallado. Conforme hacemos las croquetas las vamos dejando en una fuente.
- Las que queramos reservar para otra ocasión las podemos congelar directamente. Para las que vayamos a servir, calentamos abundante aceite en una sartén y cuando esté bien caliente echamos las croquetas hasta que queden doradas. Las vamos dejando sobre una fuente en la que colocamos papel de cocina para que absorba el aceite y listas para comer.