El ajoblanco es uno de los platos fríos más típicos de la gastronomía andaluza, especialmente en las provincias de Málaga, Granada, Córdoba y Jaén. Básicamente, está elaborado a partir de pan, almendras molidas, ajo, aceite de oliva, agua, sal y vinagre.
Aunque sus orígenes no están demasiado claros, esta conocida sopa fría pudo tener su origen en la gastronomía romana, especialmente en los sectors de población más humildes.
Cómo preparar el ajoblanco andaluz
INGREDIENTES
• 500 gramos de miga de pan
• 100 gramos de almendra pelada
• 3 dientes de ajo
• 1 kilo de uvas
• Medio vaso de vinagre de vino
• Un vaso de aceite de oliva
• Sal
ELABORACIÓN
- Metemos la miga de pan en agua hasta que empape completamente y, pasados unos minutos, la escurrimos.
- Pelamos las almendras y, a continuación, lo metemos todo en el mortero y lo machacamos con los ajos previamente pelados hasta que quede una mezcla fina y uniforme.
- Ahora, incorporamos poco a poco el aceite del mismo modo que si estuviéramos haciendo una mayonesa.
- Aligeramos la pasta resultante con agua y vinagre para que se transforme en una sopa fría cremosa. Añadimos sal al gusto.
- Por último, agregamos las uvas previamente peladas (y a poder ser, sin pepitas). También se puede decorar el plato con trocitos de melón.
