La zanahoria es una hortaliza que se ha utilizado desde la Edad Media para elaborar dulces por ser económica y tener más azúcar que otras. Uno de los dulces más tradicionales es la tarta de zanahoria. Aquí os dejamos la receta que es muy fácil de elaborar y seguro que os resulta deliciosa.
La tarta de zanahoria es un postre delicioso y popular, conocido por su textura húmeda y su sabor dulce, realzado con especias como la canela. Se hace con zanahorias ralladas que aportan humedad y dulzura natural. A menudo, se acompaña con un glaseado de queso crema, que equilibra perfectamente el sabor de la tarta. Es un clásico en reuniones y celebraciones, y también se disfruta como un capricho diario.
Cómo preparar una rica tarta de zanahoria
Ingredientes:
- 4 huevos
- 150 gr. de azúcar morena
- 150 gr. de zanahorias
- 75 gr. de aceite de oliva
- 150 gr. de harina integral
- Levadura (1 cucharadita)
- Sal
- Canela en polvo
- 50 gr. de nueces
- 1 tarrina de queso cremoso
- 125 gr. de azúcar glasé
- 50 gr. de mantequilla
- 1 bote de extracto de vainilla
Preparación:
- En primer lugar, preparamos las zanahorias. Las lavamos bien con agua, las pelamos y las rallamos. Reservamos el resultado.
- Por otro lado, en un recipiente incluimos los huevos (con clara y yema) y los batimos. Añadimos el azúcar y movemos bien.
- Poco a poco vamos echando la zanahoria rallada y el aceite. Movemos bien, y a continuación añadimos la harina (mejor tamizada para que no queden grumos), la levadura, un poco de sal, canela molida y, por último, las nueces. Removemos para que quede todo bien distribuido.
- El molde que vayamos a introducir en el horno, lo untamos bien con mantequilla para que sea más fácil desmoldarlo. Introducimos la masa y lo dejamos en el horno unos 40 minutos a 180 grados, en posición arriba-abajo. Para saber si está listo, si al pinchar con un cuchillo éste sale limpio podemos sacarla.
- Para preparar el glaseado, colocamos en un bol la mantequilla templada con el queso, el azúcar y la vainilla, y movemos hasta que se quede como una pasta. Untamos con el resultado la parte superior del bizcocho. Si no nos gusta el queso o queremos que tenga menos calorías podemos omitir esta parte, y espolvorear sólo azúcar glasé por encima del bizcocho.
Si no disponéis de azúcar moreno podéis utilizar blanca, al igual que la harina se puede sustituir por trigo normal, mejor de repostería.