Conejo al romero y vino blanco

La carne de conejo es quizá poco empleada en la cocina y, sin embargo, tiene una gran cantidad de propiedades como proteínas abundantes, alto contenido en fósforo, selenio y potasio. Además, es una carne muy sabrosa que admite gran variedad de cocinado, si bien normalmente se cocina con especias o hierbas aromáticas

Uno de los principales beneficios de la carne de conejo es su alto contenido en proteínas magras, siendo una excelente opción para aquellos que desean desarrollar masa muscular, así como para aquellos que buscan mantener una dieta equilibrada y saludable. Además, la carne de conejo es una buena fuente de vitaminas y minerales esenciales, incluyendo vitamina B12, hierro y zinc. Estos nutrientes son importantes para la salud del cerebro, el sistema nervioso y el sistema inmunológico.

En términos de preparación culinaria, la carne de conejo es muy versátil. Puede ser cocida de diversas maneras, incluyendo asada, guisada o estofada. También se puede usar en platos como la paella o la cazuela. Una de las formas más deliciosas de comer carne de conejo es con esta sencilla receta de conejo al romero y vino blanco:

Cómo cocinar el conejo al romero y vino blanco

Ingredientes:

  • 1 conejo mediano
  • 4 rebanadas de pan
  • 3 dientes de ajo
  • Romero
  • Perejil
  • 1 vaso de vino blanco
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta negra

Preparación:

  1. Primero, preparamos el conejo para cocinar. Para ello, lo cortamos en trozos si no lo hemos solicitado previamente en el establecimiento donde lo hayamos comprado.
  2. Por otro lado, en un mortero picamos los dientes de ajo, previamente pelados, y le añadimos un poco de aceite y perejil. Reservamos el resultado.
  3. Freímos con abundante aceite las rebanadas de pan, de forma que queden crujientes. En el mismo mortero machacamos el pan y le añadimos el vino blanco. Removemos bien toda la mezcla.
  4. Añadimos sal y romero al conejo y lo untamos bien con el majado que hemos preparado en el mortero. Añadimos un poco de aceite para que se extienda mejor. Tras macerarlo, y para que el conejo coja más sabor, debemos dejarlo reposar durante unas dos horas.
  5. Transcurrido ese tiempo, en una sartén con aceite vamos friendo los trozos de conejo. Cuando veamos que están dorados, añadimos el líquido que nos ha sobrado del proceso de macerado. Al cocinarlo notaremos el fuerte y a la vez agradable olor del romero.
  6. Para terminar de preparar el conejo, añadimos un poco de agua y un poco más de vino blanco hasta que quede cubierto, y dejamos que se haga a fuego lento. De esta forma, conseguiremos que quede más tierno y la salsa más espesa.
  7. Como acompañante del conejo al romero y vino blanco, lo podemos servir con un poco de arroz, cuscús o algunas patatas a lo pobre, aunque solo ya está delicioso.